CADA VEZ LOS ESTADOS SE VUELVEN MÁS VIOLENTOS CONTRA LOS PUEBLOS

 

CADA VEZ LOS ESTADOS SE VUELVEN MÁS VIOLENTOS CONTRA LOS PUEBLOS
Aporte del Circulo de Estudio: La escalera dialéctica.
Debido a acontecimientos internacionales y nacionales, hemos podido observar al Estado y su violencia en máximo esplendor. En las calles y en redes sociales sobran ejemplos que muestran la realidad de la violencia estatal, casos que incluso han llegado a retumbar en las masas haciéndolas estallar espontáneamente. A pesar de estas características e incluso de una fascistización del Estado, todavía existen confusiones respecto al mismo.

Por eso creemos necesario abordar el problema de manera histórica, buscando primero el origen del Estado, y combatiendo algunas ideas provenientes del desconocimiento, pero en su mayoría generadas desde una dominación ideológica que bombardea constantemente la defensa del Estado y sus parásitos.

Al estudiar históricamente podemos ver que instituciones como el Estado no han existido siempre, sino que aparecen en algún punto de la historia, ante esto surge la pregunta: ¿cómo aparece esta institución (policías y militares)?

Los Policías y militares surgen en las sociedades de clases como una necesidad, debido a la naturaleza del Estado para el sometimiento de una clase por otra, convirtiéndose en la parte más evidente de este “aparato represivo”. Entonces el nacimiento de la institución militar-policial está estrictamente ligado al surgimiento de las clases sociales.
“Para mantener su dominación y asegurar su poder, los señores feudales necesitaban de un aparato con el cual pudiesen sojuzgar a una enorme cantidad de personas y someterlas a ciertas leyes y normas; y todas esas leyes, en lo fundamental, se reducían a una sola cosa: el mantenimiento del poder de los señores feudales sobre los campesinos siervos”. (Sobre el Estado, V.I Lenin).

Pero, ¿entonces por qué nos enseñan que los militares y policías protegen a nuestro país, al “Estado ecuatoriano”? Entendiendo lo que anteriormente se señaló las preguntas lógicas son: ¿qué significa “defensa del Estado”?, ¿a quiénes cuidan los policías y militares?, ¿nos cuidan a todos los “ciudadanos”?

“El Estado es en realidad un aparato de gobierno, separado de la sociedad humana. Cuando aparece un grupo especial de hombres de esta clase, dedicados exclusivamente a gobernar y que para gobernar necesitan de un aparato especial de coerción para someter la voluntad de otros por la fuerza -- cárceles, grupos especiales de hombres, ejércitos, etc-- es cuando aparece el Estado”. (Sobre el estado, Lenin.)
Dicho así, el Estado sirve para mantener el dominio de una clase social, en el caso la sociedad capitalista de una minoría (la burguesía), sobre la inmensa mayoría (el Proletariado). Por consecuencia en nuestro país el aparato represivo (leyes, policías, militares), ha de estar al servicio de los intereses de la clase dominante (no del pueblo).
Además debemos tomar en cuenta que en la actualidad los Estados ya no solamente representan a las burguesías locales, sino a los intereses de las grandes transnacionales imperialistas (especialmente estadounidenses, chinas y rusas).
Ponemos en claro que ni la policía, ni los militares, ni las leyes, ni el Estado en su conjunto, están para respaldar y cuidar el bienestar del pueblo.
Tras lo mencionado, es necesario entender también que el Estado necesita constantemente fortalecer y mejorar sus formas de represión y vigilancia. Es por ello que en los últimos años se han creado múltiples instituciones especializadas dentro de los cuerpos represivos, como es el caso de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), en Ecuador.
¿Qué es la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO)?. ¿En qué periodo de gobierno fue creada?
Es una unidad especializada encargada del “mantenimiento del orden público”, es decir, encargada directamente de evitar la rebelión justa del pueblo, para que así el Estado pueda cumplir su razón de ser de proteger al imperialismo y a las clases dominantes y gobiernos títeres del país.
Es por eso que la UMO se ha convertido en una de las unidades más numerosas en sus filas. Jugaron un papel completamente brutal en las Jornadas de Octubre del 2019 al mando de la actual Ministra de gobierno María Paula Romo, pero no por esto hay que olvidar que esta unidad especializada en la represión de la protesta social fue organizada en el gobierno de Correa.
Además, es pertinente recalcar todo el presupuesto que gasta el Estado en la supuesta “defensa para todos”, que como ya lo hemos dicho, es en realidad una defensa sólo para las clases económicamente dominantes del país y los intereses imperialistas en nuestro territorio. Y para sostener este gasto en los cuerpos represivos estatales se utiliza el dinero que sale de nuestros bolsillos vía impuestos y los que generan en saqueo de nuestros recursos naturales. Así, el gasto militar solo 2018 superó los 2.500 millones, lo cual es una brutalidad.
¿Acaso no son parte del pueblo los militares y policías?

Para dar respuesta a esta pregunta debemos diferenciar entre clase “en sí” y “clase para sí”, siendo la primera las clases como tales (existencia objetiva), y la segunda cuando cobran conciencia y actúan políticamente de acuerdo a sus necesidades e intereses. Entonces, por más que integrantes del aparato represivo estatal provengan de sectores populares, su posición de clase es servir a los explotadores nacionales y extranjeros, por lo que políticamente se convierten en enemigos del pueblo. Esta enajenación les hace incluso que actúen con la mayor violencia contra personas de su misma clase y de otras clases populares, a las que consideran sus enemigos, ya que así son formados o mejor dicho “deformados”.
Los casos de brutalidad policial ¿son excepciones?, ¿es que no hay policías buenos?
Intentar mostrar que solo es una cuestión de policías buenos y malos, que el problema son algunas “manzanas podridas”, es lo que hace el Estado para ocultar la realidad que queremos develar en este escrito.

Una vez entendido que el lema “proteger y servir” se refiere solo a la clase dominante y sus intereses, es imposible pensar que los casos de represión, e incluso de asesinatos a gente del pueblo, son casos aislados, pues esta es la naturaleza del accionar de los cuerpos represivos del Estado, a diferencia de lo que pintan los medios de comunicación no es la excepción, es la norma.
¿No son también violentos los manifestantes?
La cuestión de la violencia es un tema muy profundo pero que vale ser analizado para su correcta comprensión, pero que resultaría muy extenso para este escrito. Lo que no podemos dejar de señalar es que existen matices dentro de esta pregunta siendo el primero la trampa moralista burguesa que pretende condenar sin más todo tipo de violencia.
Federico Engels, uno de los iniciadores de la Ciencia Proletaria junto con Carlos Marx, al referirse a la moral manifiesta que: “Afirmamos, por el contrario, que toda teoría moral que ha existido hasta hoy es el producto, en última instancia, de la situación económica de cada sociedad. Y como la sociedad se ha movido hasta ahora en contraposiciones de clase, la moral fue siempre una moral de clase; o bien justificaba el dominio y los intereses de la clase dominante, o bien, en cuanto la clase oprimida se hizo lo suficientemente fuerte, representó la ira de los oprimidos contra aquel dominio y los intereses de dichos oprimidos orientados al futuro.” (Anti-Dühring F. Engels)
Es decir, la burguesía tildará de inmoral todo lo que no esté acorde a sus intereses de clase, principalmente, el mantenimiento de la división de clases y explotación violenta de las grandes mayorías para exprimir las ganancias que ellos acumulan. Acusará de inmorales a todos quienes pretendan atentar contra sacrosanto “orden establecido”, es decir, ese orden que posibilita que una minoría de la población del Planeta (1%) viva en la opulencia, mientras miles de millones de seres humanos se debaten padeciendo hambre, enfermedades y todo los males sociales que acarrea la miseria.
Otro punto importante es ver en realidad ¿por qué se ocasiona la violencia?, y para ello no hay que olvidar que el monopolio de armas, y por tanto de la violencia, la mantiene el Estado burgués, y en ese sentido la violencia sólo puede generarse desde quienes la ejercen para sostener este sistema antihumano y antinaturaleza. Muchas veces se dan explosiones espontáneas de las masas debido a la opresión y violencia permanente que sufren tanto física, como política y económica. Frente a todos los golpes que recibimos a diario para que se mantenga el sistema capitalista-imperialista y sus Estado, es apenas lógico que haya una reacción popular, que además no puede tener las dimensiones de los cuerpos estatales especializados, blindados hasta los dientes y mantenidos además con el propio dinero del pueblo.
Para concluir, cabe recalcar que para enfrentar la violencia capitalista-imperialista es necesario que ese hartazgo de las clases populares trascienda lo espontáneo y vaya en pro de construir organizaciones que tenga una línea política clara, para poder transformar radicalmente el sistema, y su aparato represivo e ideológico.

Como evidencia de la represión diaria dejamos varios enlaces que la comprueban, no sólo en Ecuador, sino en Latinoamérica y el mundo.
BIBLIOGRAFÍA
F. Engels. (1877). Anti Dühring.
V.I Lenin. (1919). Sobre el Estado.
F. Engels. (1888). El papel de la violencia en la historia.

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